Afortunadamente en educación se dan temas que ruedan de un periodo a otro como la arena de un reloj, porque alguien cae en la cuenta que, sencillamente, son positivos. Es el caso del plan de estudios de la carrera de Magisterio conocido como Plan 67 que, paradójicamente, se inspiró en el Plan Profesional de la II República.
Aquel plan, ideado en 1967 para implementar la Ley General de Educación de 1970, era un plan generalista, de maestros globales y tutores, que daba mucha importancia a las prácticas (el tercer curso) y que premiaba al alumnado sobresaliente con el “acceso directo” al funcionariado.
Dicho plan duró hasta 1971, en que apareció un nuevo plan de estudios de carácter universitario, especialista y al que se accedía a través del COU, en lugar de 6º y reválida con que se accedía a aquél.
De la breve generación del Plan 67 surgió un Magisterio comprometido que, en líneas generales, obtenía su primer destino definitivo fuera de su provincia, para enfrentarse a una sociología en plena transformación, marcada por las migraciones interiores.
Dada su trascendencia, para celebrar el Día de la Educación del año 2010 y por ocuparme por aquel entonces de la dirección del CPR de Huesca, promoví la realización de un documental que se puede ver a través del siguiente vídeo: