Una placa de texto críptico, colocada en la fachada de una vieja escuela rural clausurada, al pie del macizo de San Juan de La Peña, me hizo interesar hace años por la figura de un maestro muy reconocido. El pueblo era Bernués y el docente, don Pedro Mur Galindo, que había ejercido en dicha escuela, entre 1887 y 1931, la friolera de 44 años.
Dada la información que recibía, me preguntaba cuáles eran los parámetros por los que la sociedad rural, medianil entre los siglos XIX y XX, convertía la figura de un maestro en leyenda.
Abr 21