Teatro en Jaca

Este sábado 20 de enero a las 20:30 podremos disfrutar en Jaca de la comedia Fuga, que pondrá en escena el grupo Oroel.

http://www.congresosjaca.es/fichaevento.php?idn=3985

Los beneficios de las entradas irán destinados a la lucha contra el cáncer infantil.

A los alumnos de 4º os recordamos que es una actividad incluida en Narralunas.

¡Disfrutad del teatro!

LOS ALUMNOS DE 2º DE BACHILLERATO TAMBIÉN VAN DE EXCURSIÓN

Aunque los alumnos de 2º de Bachillerato, debido la exigencia de sus estudios, no tienen muchas oportunidades de realizar actividades formativas fuera del centro, durante el mes de diciembre (tras la primera evaluación) algunos de ellos han podido hacer alguna (o incluso las dos) de las salidas programadas por el Departamento de Ciencias Naturales.

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Los participantes posan en San Juan de Busa

Día 5 de diciembre de 2017: El paisaje del Pirineo 

En colaboración con el Departamento de Ciencias Sociales, 7 alumnos de la asignatura de Geografía y otros 7 de la asignatura de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, junto con sus respectivos profesores, realizaron un itinerario por el Alto Gállego para estudiar de forma sintética los distintos elementos del paisaje que caracterizan nuestro entorno.

Smog en Sabiñánigo

De este modo, a lo largo del recorrido se hicieron paradas en el alto de Latas, en la pequeña iglesia de San Juan de Busa, en la morrena de Senegüe, en las ruinas del camping de Biescas y en el valle de Tena. En todos ellos, pudimos aplicar in situ los conocimientos adquiridos en clase.

El conductor del autobús, presente en las tareas de auxilio de las víctimas de la tragedia de agosto de 1996, contando sobre el terreno algunos detalles a nuestros alumnos.
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Vistas del cono de deyección del barranco de Arás desde el primer contrafuerte, al que ascendimos.

Día 20 de diciembre de 2017: Banco de sangre y tejidos de Navarra.

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En la entrada del banco de Sangre y tejidos de Navarra

Los cinco alumnos que cursan Anatomía Aplicada de 1º de Bachillerato (a los que iba dirigida esta actividad) junto a 10 alumnas que cursan la materia de Biología en 2º de Bachillerato tuvieron la fortuna de poder desplazarse a Pamplona para visitar las instalaciones y los laboratorios de esta institución.

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Antes de la visita el director del Banco de sangre nos da una breve charla introductoria.
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Observando el proceso de centrifugado para separar los distintos componentes de la sangre (plasma, leucocitos y eritrocitos),
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Un detalle de uno de los laboratorios
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Atendiendo a las explicaciones de cómo determinar el grupo a las que pertenecen unas muestras de sangre.
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Una foto de grupo de los alumnos, los profesores y del personal que nos atendió en esta visita.

CONCURSO MICRORRELATOS VIOLENCIA DE GÉNERO

El pasado mes de noviembre tuvo lugar el “III CONCURSO DE MICRORRELATOS CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO, Jóvenes con mucho que contar”, organizado por el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, y la Fundación Piquer, con el propósito de contribuir a la eliminación de la violencia de género.

En él participó una de nuestras alumnas, Madai Trujillo, de 3º ESO B. Su microrrelato ha quedado entre los 45 mejores y ha sido seleccionado para ser publicado en un volumen recopilatorio de los mejores escritos de esta edición. ¡Enhorabuena, Madai!

Aquí os dejo el relato, que lo disfrutéis:

 

ENJAULADA

Con miedo, ella se colocó frente al espejo y elevó la cabeza lentamente hasta chocar con la mirada de su propio reflejo. Lo que en ese momento vio, hizo que cada parte de su ser se rompiera en miles y miles de pedazos. Pedazos tan pequeños que serían difíciles de reconstruir.

Lo que más llamaba la atención en su frágil cuerpo eran las infinitas heridas que tenía prácticamente tatuadas en su piel. Sus dedos las rozaron mientras los recuerdos se instalaban en su cabeza, como si se tratara de una película nada agradable que tenía obligada a ver.

Sacó su estuche de maquillaje y empezó a tapar cada hematoma, lo cual no le fue difícil, ya que las veces que lo había tenido que hacer eran incontables. Los ojos que en un pasado desprendían luz y alegría, ahora estaban vacíos, como si la mismísima muerte les hubiera arrebatado el alma.

Ella solo respiraba, lo que significaba que vivía, que su cuerpo estaba en funcionamiento, pero mentalmente ella ya había muerto hacía mucho tiempo.

Ya no sabía qué hacer. El miedo a denunciar a este individuo la paralizaba por completo. Su familia se había alejado de ella, o mejor dicho, él la había alejado de su familia. La palabra “salida” no estaba en su vocabulario. Su vida en ese momento era como el laberinto que tuvo que construir Dédalo, solo que ella no podía volar, ya no. Él, ese hombre al que creyó amar, le había arrancado cada pluma de sus alas sin piedad alguna. Y todo para que no se fuera, para que no emprendiera su vuelo.

Ella para él se había convertido en un pequeño pajarito. Un pajarito que ya ni siquiera sabía cantar…

Premios del concurso de cuentos de miedo

Los ganadores del concurso de cuentos de miedo son:

Primer premio: Alejandro Cerezuela (1º Bachillerato).

Segundo premio: Paula Bueno (2º Bachillerato)

Tercer premio: Laia Tèrmens (4º ESO)

¿Os apetece leer sus historias? Aquí las tenéis:

NIÑOS SOLDADO de Alejandro Cerezuela

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17 de Mayo de 2011… nunca olvidaré ese día. Era jueves, mi madre nos despertó a mi hermano y a mí para ir al colegio. Vivíamos los tres solos ya que a mi padre, como a todos los hombres mayores de 14 años de mi aldea, se lo habían llevado hace años las milicias africanas para combatir. Había múltiples guerras en nuestro país. Por eso íbamos al colegio mi hermano y yo, nuestra madre nos decía que era importante y que, ya que los dos éramos chicos, era la única forma de escapar del mismo destino que nuestro padre.

El colegio estaba en una aldea cercana, se tardaba una hora a pie en llegar. Mi hermano a pesar de ser sólo dos años mayor que yo, era como un padre para mí. Siempre me contaba historias cuando volvíamos del colegio y no me contaba el final hasta el día siguiente, era su forma de hacer que tuviera ganas de ir a clase. Nunca supe el final de la historia que me contó ese día.

Entramos a la aldea y notamos que algo no iba bien, estaba todo en silencio. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Entonces oímos un disparo y vimos a alguien salir de una de las chozas, era la milicia. Salieron dos más y nos señalaron a mí y a mi hermano. Me quedé inmóvil. Mi hermano me agarró del brazo y se echó a correr. Las piernas me iban solas, no sentía el cansancio, en lo único que pensaba era en salir de ahí. Nos acercábamos hacia una de las salidas de la aldea cuando de repente, noté un fuerte golpe en la cabeza y caí al suelo. Cuando conseguí abrir los ojos, ya no estaban los hombres armados. Me dirigí corriendo hacia mi casa, pues temía lo peor. Vi un cúmulo de gente herida y desesperada e incluso algún cadáver y, en medio de todo ese caos, mi madre llorando. No me hizo falta saber nada más.

Desde ese día viví con el miedo de que, como a mi hermano, me separaran de mi madre, pues era lo único que tenía. Tenía pesadillas todas las noches con aquel día, me despertaba sudando, gritando e incluso llorando. No me sentía seguro ni en mi propia casa. No quería ir al colegio, temía que al volver hubiese milicianos, temía que llegase ese día.

Ese día llegó 2 años después. Era de noche y estaba durmiendo cuando de repente, escuché disparos. Disparos que, lamentablemente, no pertenecían a mis sueños como otras veces. Mi madre entró en pánico y me dijo que me escondiera. Así lo hice, vacié uno de los sacos en los que guardábamos la comida y me metí dentro. Pude ver a través de las costuras como entraban a mi casa y pegaban a mi madre. Mantuve la respiración para que no se me escapase ningún llanto. Escuchaba mi corazón latir con fuerza, parecía que se me iba a salir del pecho. Uno de los milicianos empezó a rajar los sacos y a tirar la comida al suelo, pensé que había llegado mi hora. Rompió todos los sacos y agarró el último, en el que estaba yo metido. Mi corazón se paralizó completamente. Vi el enorme cuchillo acercándose al saco. Cerré los ojos con fuerza. Escuché un golpe, el hombre soltó el saco y oí una voz que decía “matadla”. No recuerdo mucho más, un grito de mi madre y un hombre saliendo de mi casa con un machete del que goteaba sangre. Mi madre me acababa de salvar la vida.

Los milicianos jamás volvieron. Cuando terminé el colegio, con 17 años, tomé una decisión. Si quería dejar todo atrás y olvidarme de las milicias tenía que irme lejos, muy lejos, fuera de África. Con el poco dinero que tenía pude pagar un viaje en patera, únicamente de ida. Era consciente de que probablemente estaba pagando a los mismos que me quitaron a mi familia, pero era la única manera de escapar de todo eso. Nos alejábamos de la costa en la patera, veía como nos miraban cada vez más lejos los hombres armados, posiblemente milicianos, a los que habíamos pagado por el viaje. Uno de esos hombres me sonrió, creí haber visto a mi hermano. A día de hoy no sé si aquel hombre era mi hermano, quizás fue mi subconsciente, quizás no quiero admitir que esté muerto.

 

UNA HERIDA QUE NO DEJA DE SANGRAR de Paula Bueno

Otro día más pasaba en esta casa deshabitada, sin color, llena de recuerdos que me atormentaban cada noche, llena de cada una de sus palabras y golpes, que sentía en cada momento que él estaba conmigo. Hoy me he despertado más cansada de lo usual, con más ganas de rendirme. Le he hecho su desayuno, lo habitual: un café con dos cucharadas de azúcar y dos tostadas muy hechas. Tenía la mente en blanco, obligándome a no recordar lo que me hizo anoche, así que sin querer le he puesto más leche de la que le gusta y he recibido mi castigo, un golpe por debajo de las costillas, el café desparramado por el suelo y mi ropa, y otra de las tazas que me regaló mi madre por nuestra boda hecha añicos. Así que he limpiado y él se ha ido al bar con sus amigos, necesitaba divertirse después del error que había cometido, otro día más era yo la inútil.

Yo no tenía amigas, ya que no las necesitaba, le tenía a él y era suficiente, él me quería. Me dispuse a hacer la comida un poco más tarde de lo normal, y entonces entró él con un par de cervezas de más. Me agarró fuerte de las muñecas y me arrastró al dormitorio. No me resistí, sabía que iba a ser peor, así que solo deje que pasara el momento. Cuando todo acabó hice su comida y yo lavé las sábanas y su ropa, otro día más. Entonces ordenando sus camisas encontré debajo de una, una caja no mucho más grande que la camisa. La abrí por curiosidad, sólo había fotos nuestras, cogí una de nuestro a viaje a París cuando aún éramos novios y me la guardé. Seguí rebuscando y encontré un arma, una pistola pequeña. Me empezaron a sudar las manos y miles de preguntas recorrieron mi mente. Reuní toda la valentía que me quedaba y le pregunté. Él me contesto que era sólo por protección, que no me asustara. Aunque me sorprendió su reacción yo le creí. Cuando se marchó otra vez a su partida de póker semanal , me fui a duchar y al pasar por delante del espejo me miré, miré mi cabello largo y descuidado, mi camiseta descosida y arreglada cientos de veces, mi sonrisa inexistente, mis ojos cansados sujetados por las ojeras más profundas que haya visto jamás. ¿Cuándo me he convertido en esto? Y cuando quise responder vi nuestra foto, ya tenía la respuesta. No tenía ganas de seguir en esta vida que yo no había elegido, llevaba ya mucho tiempo sin encontrar la salida. Cogí el arma de mi  marido justo cuando él entró por la puerta, ahí fue la última vez que le miré a los ojos. Dudé un momento, pero me disparé en la sien, era yo la que sobraba.

 

Una niña buena de Laia Tèrmens

Me dice que lo hace por mi bien. Dice que no va a hacerme daño. Siempre es lo mismo. En cuanto vuelvo del colegio y cruzo la puerta ella grita mi nombre. Siento que la sangre de mi cuerpo se evapora y se desvanece en el aire.

Noto sus pasos, acercándose más y más a mí. Mi mamá sonríe con los ojos muy abiertos. Siento que mis piernas comienzan a temblar, no hay un día que se queden quietas. Últimamente, me recibe con su caja de costura entre las manos en lugar de ese viejo cinturón marrón de cuero.

Cada día me lleva a la habitación que hay bajando las escaleras, me sienta en esa silla con correas y me pregunta:

“Alice, ¿has sido buena hoy?” Nunca me da tiempo a responder, en cuanto sus labios se vuelven a sellar en una expresión psicópata siento sus largas y puntiagudas uñas clavarse en mi piel y un líquido caliente y rojo me recorre la piel. “Mira lo que has hecho, le has manchado de sangre el delantal a mami, eres una niña muy mala”. Me acaba de atar la última correa. No puedo moverme, solo puedo pensar en qué me va a hacer. Siempre me dice: “ya sabes pequeña, si gritas te dolerá más”. No soporta que grite, si lo hago me grita cosas horribles y me obliga a dormir en la caja con Beth, la niña que siempre está durmiendo con los ojos abiertos.

Antes solía azotarme con el cinturón marrón. No paraba hasta que el riachuelo de sangre que recorría mis piernas formaba un pequeño charco en el suelo de cemento.

Otras veces, cuando se sentía rabiosa, me pegaba múltiples patadas en el estómago y puñetazos en la cara. Incluso ha llegado a atizarme con una pesada llave inglesa de acero.

Pero las últimas semanas ha perfeccionado sus técnicas para romperme en mil pedazos, estas últimas semanas se dedica a contar cuántas agujas y alfileres puede clavarme antes de que grite. Nunca me deja aguantar menos de veinticinco. Me los clava lentamente, disfrutando de mi cara de terror y de mis esfuerzos para no gritar fuertemente. Le gusta verme sufrir.

Intento no gritar, realmente intento no gritar, en lugar de eso, siempre acabo llorando.

Ella es cruel, y cuando ve las lágrimas descendiendo por mis mejillas, me dice con esa sonrisa psicópata: “Date cuenta, niña estúpida de que eres ridícula, tus lágrimas son insignificantes y no van a hacer que deje de disfrutar”.

Pasa horas enteras jugando conmigo, se divierte mucho.

Lo duro es el principio, duele más pero poco a poco voy perdiendo la sensibilidad de mis extremidades y más tarde de mi cuerpo. Pierde el control y poco a poco las manchas negras que aparecen de repente, se hacen más grandes convirtiéndolo todo en una completa y absoluta oscuridad.

Siempre despierto en mi habitación oscura. Nunca sé si sigue siendo de día o si ya ha llegado la noche, pues, mi habitación no tiene ventanas. El frío y la humedad hacen que me estremezca y me calan los huesos. Me arde la piel. El viejo colchón está húmedo. La boca me sabe a sangre. Ya estoy acostumbrada. Cuando intento levantarme, siento un pinchazo en la cabeza y los oídos me empiezan a pitar.

Mi estómago ruge. Siempre tardo dos o tres intentos en levantarme, pero cuando finalmente lo consigo camino lentamente hasta el baño donde me miro al espejo. Ella siempre me cambia de ropa y me pone ese viejo camisón blanco que siempre está manchado de sangre.

Lo levanto y observo mi piel pálida, manchada por las magulladuras y varios puntitos rojos. Mis huesos son finos. Parecen frágiles. Yo soy frágil. El suelo cruje siempre y ella lo oye.

Escucho sus pasos viniendo hacia donde estoy. “Cariño, ¿Ya te has despertado?”

Siempre asiento. Me coge del brazo y me lleva al salón, donde siempre está la radio encendida. Nos sentamos en la mesa y me sirve un plato con una pequeña porción de pan duro y un vaso de leche. Me mata de hambre. Acabamos de cenar y me acompaña a la habitación, me tumba en el colchón desnudo. Me besa la frente y me dice “lo hago porque te quiero, ¿lo sabes verdad?”  Asiento.

Siempre espera sentada en el colchón hasta que me duermo.

No lo entiendo. Si me quiere, ¿Por qué me hace esto?

¿Cómo te sentirías si la persona que supuéstamente más te quiere te hace sentir pequeñ@ es insignificante, te hace sentir mal y ves manera alguna de salir del infierno personal que te hace sentir cada día?   

A todos mis amigos les han dado azotes alguna vez. Quizá lo esté exagerando y yo solo sea débil para afrontar la realidad victimizándome por todo, quizá todo esto sea lo normal.

Premios del concurso de seres raros

Este año se  han hecho de rogar, pero ya sabemos quiénes han ganado el concurso de seres raros:

  • El más original: Alejandro Ruiz de 1º ESO C

premio al mas original 2017

  • El más currado: Francisco Villacampa de 1º ESO A

premio al mas currado 2017

  • El más terrorífico: Lauren Zaforas de 1º ESO B

premio al mas terrorifico 2017

  • El más literario: Luis Jiménez de 1º ESO Bel mas literario 2017
  •  El más divertido: Alejandra Rodríguez de 1º ESO C

premio al mas divertido 2017

¡Enhorabuena a los ganadores! Los premios se entregarán en  la gala de Navidad (el 22 de diciembre)

Delegad@s y otros cargos

El pasado 6 de noviembre, todo el alumnado elegido en cada grupo clase como delegados, los representantes en el Consejo Escolar y las Antenas Informativas, fueron convocados a una reunión con el equipo directivo y el departamento de Extraescolares.

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Además de servir para conocerse y conocer sus funciones, fueron invitados a participar de forma activa en el centro en todas aquellas cuestiones que puedan mejorar el funcionamiento, la convivencia y la comunicación.

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Lola Lacambra, jefe del departamento de extraescolares, ha creado como el curso pasado un grupo de Watsap con todos ellos para que sirva de difusión de las diversas actividades.

Consejo Escolar

El equipo directivo con los representantes del alumnado en Consejo Escolar: Marina Rodríguez, Sonia Armañac, Erika Vivas y Cristina Aterido.

Antenas informativas

El Equipo Directivo junto a las antenas informativas Carmen Pérez, Cristina Aterido, Hignacio Hervás, Jostin Pincay y Javier Piedrafita.