La formación se ha convertido en una necesidad para superar los obstáculos que nos plantea este reto social y sanitario, una formación que se plantea para toda la comunidad educativa porque tanto las familias como el profesorado necesitan ese apoyo competencial para afrontar el reto. Por eso el profesorado imparte formación a sus iguales, ayuda a superar las carencias en la capacitación familiar y pone, en fin, sus conocimientos y buenas prácticas al servicio de la comunidad educativa.