Naturalmente, cada centro es un universo con sus mundos, pero puede partirse de tres modelos organizativos, desde el más sencillo al más complejo y adaptarlos a la realidad compleja de los centros educativos, de forma que mientras que, por ejemplo, un departamento que se declara no competente adquiere la formación necesaria, el Community manager educativo o alguno de los elemento de su equipo, puedan suplir estas carencias.
Desde luego, la organización en equipo es fundamental y admite múltiples variables, incluso la incorporación de alumnado en alguno de los nodos.
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