The flipped classroom
FLIPPED CLASSROOM, ALTERNATIVA AL MODELO DE ENSEÑANZA TRADICIONAL
El modelo de enseñanza al que estamos acostumbrados como docentes, o como alumnos, más allá de las metodologías o técnicas concretas que podamos desarrollar en nuestras aulas, tiene alternativas, en este artículo vamos a ver una de ellas, el «flipped classroom«.
Hablamos siempre y estamos, casi todos los docentes, en la línea de hacer una pedagogía en la que el alumno sea el protagonista, que tenga un papel activo en la enseñanza, que sea capaz de ser competente, de crear, de desarrollar de forma casi autónoma su propio aprendizaje, de forma individual o colaborativa.
Aunque decimos esto, normalmente al final es difícil que salgamos en nuestras clases ya no de un método, sino de un modelo tradicional. Es decir, enseñamos un contenido, lo trabajamos en clase para reforzar, hacemos alguna actividad, y generalmente para casa dejamos unos deberes o tareas añadidas, en ocasiones sin tener muy claro si nos van a servir de algo. Al final, de una forma u otra, hacemos protagonista al contenido, que normalmente creamos nosotros, y desarrollamos en clase también nosotros, los docentes. El alumno por lo general viene después, y aunque las técnicas de enseñanza utilizadas puedan ser colaborativas o más o menos significativas, la raíz del modelo es dar para luego revisar si lo que he dado ha sido asimilado.
QUÉ PROPONE FLIPPED CLASSROOM
«Flip», en inglés es algo así como «dar la vuelta». Pues eso es lo que propone este modelo de enseñanza. Volcar y poner del revés nuestra visión global metodológica. Comenzar por los deberes y terminar por el trabajo en clase, otorgando al trabajo en clase un mayor potencial, y al de casa un valor introductorio de carácter conceptual, y no final de carácter evaluativo.
Algo así como dar en primer lugar, a los alumnos, unos contenidos multimedia para que vean en casa, se introduzcan en la temática a tratar, hagan algunas reflexiones y actividades. Todo ello a través de medios web, por la red, siempre que esto sea posible lógicamente. Una vez dado este primer paso, el siguiente será el trabajo de clase. Sobre esa introducción, se pasa al grueso del trabajo, que se va a habilidades cognitivas de mayor envergadura a las clásicas en clase(recibir, memorizar, y como mucho aplicar). Sobre la base conceptual adquirida en casa, se pasa a trabajar los contenidos con diversas técnicas. Aprendizaje colaborativo, trabajo por pares, debates, juegos de roles, encuestas, quizzes, … normalmente se hace una evaluación inicial y una final de la clase para ver cuales han sido los resultados. Esto no es posible con el método tradicional, pues al iniciar una unidad didáctica muchas veces los alumnos pueden empezar desde cero.
Todavía no hay una base de estudios muy amplia como para saber si esta concepción de la enseñanza da mejores resultados que la tradicional, pero está claro que es un solplo de aire fresco sobre el que podemos ir trabajando como mínimo para dar una vuelta a nuestras a veces oxidadas clases. Provocan la motivación, despiertan la atención, hacen al alumno protagonista, enriquecen la evaluación.
Nos lo explica perfectamente Raúl Santiago, en el siguiente video. Merece la pena. En próximos artículos iremos viendo recursos educativos que nos facilitan la puesta en marcha de ese sistema «flipped».
Deja un comentario