FICHA TÉCNICA
Nombres comunes: Críalo europeo
Clasificación sistemática:
REINO: Animalia
PHYLUM: Chordata
CLASE: Aves
ORDEN: Cuculiformes
FAMILIA: Cuculidae
GÉNERO: Clamator
ESPECIE: Clamator glandarius
Longitud: 35-39 cm de longitud y 54-60 cm de envergadura.
Peso: de 100 a 130 gramos.
Estatus de la especie: preocupación menor (LC) ya que no cumple ninguno de los criterios de las categorías en peligro, en peligro crítico, vulnerable o casi amenazado de la Lista Roja de la UICN.
FUNCIONES VITALES
Reproducción: practica nidoparasitismo, es decir, deposita sus huevos en el nido de otra ave (normalmente una urraca) que incubará y alimentará a los descendientes del críalo evitando de este modo la costosa inversión energética que supone sacar adelante una nidada. La biología reproductora del críalo está estrechamente ligada al ciclo vital de la urraca, de manera que cuando estas comienzan a realizar sus puestas, se desencadena en la hembra del parásito un mecanismo fisiológico que la lleva a producir un elevado número de huevos, gracias a lo cual una sola pareja puede parasitar en una temporada hasta 25 nidos de urraca. Los huevos, que imitan a la perfección a los de la especie parasitada, se colocan en el nido seleccionado durante la ausencia de sus propietarios. Para lograrlo, es frecuente que el macho de críalo atraiga la atención de la pareja de urracas, momento que aprovecha la hembra para depositar de uno a tres huevos en el nido de los córvidos, no sin antes dañar o tirar una parte de la puesta legítima. Tras un periodo de 11-15 días de incubación por parte del huésped, eclosionan los huevos parásitos con un adelanto de cinco o seis días frente a los de urraca. Los pollos de críalo suelen acabar pronto con las crías de urraca que han llegado a eclosionar, aunque no empujándolas fuera del nido como hace el cuco, sino mediante competencia por el alimento o por asfixia y aplastamiento gracias a su mayor grado de desarrollo y corpulencia. Los jóvenes intrusos exigirán incesante y vehementemente los cuidados de la pareja parasitada durante algo menos de tres semanas y se unirán, unos pocos días después de abandonar el nido, a sus padres biológicos, junto a los que emprenderán la migración hacia África. También puede parasitar a otros córvidos como cornejas, arrendajos o rabilargos.
Nutrición: se alimenta básicamente de orugas de mariposas y polillas, incluidas las especies dotadas de defensas urticantes o tóxicas a las que no acceden otras aves, gracias a lo cual evita la competencia por los recursos alimenticios. Es habitual que frote contra el suelo o la corteza de los árboles a ciertas orugas, como la procesionaria del pino, para despojarlas de los pelos urticantes y minimizar así sus desagradables efectos. El espectro alimentario se completa con hormigas, saltamontes, moluscos y algún pequeño vertebrado.
Relación: debido a la estrategia reproductora parásita, la interacción con sus especies hospedadoras es el aspecto más importante que marca sus estrategias vitales.
DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE
Identificación: ave de tamaño medio morfológicamente muy semejante al cuco, del que se diferencia por su aspecto más esbelto, por tener una cola más larga y por el colorido del plumaje. Presenta un tono marrón grisáceo en las regiones dorsales, que aparecen salpicadas de motas blancas, al igual que ocurre con las plumas del ala. La zona ventral es de color blanquecino, con la garganta teñida de ocre-amarillento. En la cabeza luce un capirote de color gris plateado que remata en una pequeña cresta ligeramente eréctil y un anillo ocular rojo. El joven presenta una coloración incluso más vistosa que los adultos, pues exhibe un intenso color achocolatado con abundantes motas blancas en el dorso y unas regiones ventrales blancas, que se tornan amarillo-ocráceas en pecho y cuello. Las plumas de vuelo poseen un vistoso color rojizo.
Dimorfismo sexual: existe diferenciación sexual en tamaño, tanto en ala, cola, tarso y uñas, pero no en pico, siendo los machos aproximadamente un 5% más grandes que las hembras. La masa corporal de los machos varía entre 153 y 192 g y de una hembra es 138 g.
Voz: emite diversos sonidos para comunicarse como un graznido repetitivo similar al de los córvidos “arr, arr, arr”, un sonoro “ki-ki-kri-krie-krie” cuyo ritmo se decelera hacia el final de la estrofa y un chirriante “cherr-cherr, chi-chi, cherrrr”.
Hábitat: se instala en lugares donde abunden las especies a las que parasita, en particular la urraca. Por tal motivo es más frecuente en áreas abiertas o semiarboladas con campos de cultivo, bosquetes de diferentes especies (preferentemente pinares), dehesas, vegas y paisajes agrarios en mosaico, desde el nivel del mar hasta los 1.300 metros de altitud.
Distribución: se distribuye por diferentes regiones del centro y sur de África, con algunas poblaciones aisladas en el norte del continente, así como en Oriente Medio. En Europa es un ave estival que aparece en diferentes regiones de la cuenca mediterránea, como la Península Ibérica, Turquía, el sur de Francia, Italia y Chipre.
En España se distribuye por gran parte del territorio peninsular, si bien resulta muy escaso en toda la franja norte y Galicia. Asimismo, evita las áreas montañosas de gran altitud. En la mitad sur presenta una distribución bastante fragmentaria. No aparece como reproductor en Canarias, Baleares ni en Ceuta y Melilla.
Población: se estima que la población europea se sitúa en 56.000-71.000 parejas reproductoras, la mayoría de las cuales (55.000-64.000) se localiza en nuestro territorio. Aunque falta información para establecer una tendencia poblacional general, algunos trabajos han documentado incrementos de más del 25%, circunstancia que corroboran los datos obtenidos por el programa SACRE.
Longevidad: la esperanza de vida es de hasta los 10 años.
Imagen:
Causas de mortalidad: no se descartan los problemas de conservación y amenazas tanto en sus áreas de invernada como a lo largo del prolongado viaje migratorio.
PRINCIPALES PROBLEMÁTICAS
Se considera una especie amenazada en su conjunto, que ya ha desaparecido de algunas de sus áreas de reproducción como del norte de África. En nuestro territorio, en cambio, debido a la abundancia de las especies parasitadas y a la gran diversidad de hábitats que ocupa, el críalo no parece presentar especiales problemas de conservación, aunque sus poblaciones pueden fluctuar de unas temporadas a otras.
MÁS INFORMACIÓN
El nombre del género clamator significa «gritador» en latín «gritar», y el glandarius específico se deriva del latín glande, glandis, «bellota».
BIBLIOGRAFÍA
- Hablemos de aves.
- K. MULLARNEY, L. SVENSSON, D. ZETTERSTRÖM y P. J. GRANT. Guía de aves. La guía de campo de aves de España y de Europa más completa. Omega.
- Objetivo naturaleza. 2001.
https://www.objetivonaturaleza.com/
- Paradais Sphynx.
https://aves.paradais-sphynx.com/
- SEO BirdLife.
- https://seo.org/ave/crialo-europeo/
- J. M. ZAMORANO. Aventimología. El origen de los nombres de las aves de Europa. Omega. 2021.
- WASTE Magazine.
Descripción realizada por Ricardo Puyuelo Piedrafita