abril 27

2.5. Publica una reflexión en tu e-portfolio

EL PLACER DE COMER Y COCINAR

Llegamos al final del bloque 2 y nos toca hacer una reflexión de lo aprendido a lo largo de este bloque.

¿Qué opináis del placer del comer y cocinar?

La comida es una necesidad básica para la supervivencia humana, pero también puede ser una fuente de placer y satisfacción. La cocina es un arte que permite crear platos deliciosos y nutritivos que pueden deleitar nuestros sentidos y hacernos sentir bien.

El placer de comer va más allá de simplemente satisfacer el hambre. Cuando comemos alimentos que nos gustan, nuestros sentidos se activan y podemos experimentar una sensación de bienestar. El aroma de un guiso recién hecho, el sabor de un pastel recién horneado o la textura crujiente de unas papas fritas pueden hacernos sentir felices y satisfechos.

Además, la cocina puede ser una forma de expresión creativa. Los chefs y cocineros aficionados pueden experimentar con diferentes ingredientes, técnicas y presentaciones para crear platos únicos y originales. La cocina también puede ser una forma de conectar con la cultura y la historia de un lugar, ya que los platos tradicionales pueden contener siglos de historia y tradición culinaria.

Sin embargo, es importante recordar que la comida y la cocina también tienen un impacto en nuestra salud y bienestar. Es importante equilibrar la indulgencia en alimentos sabrosos con una dieta saludable y equilibrada que incluya una variedad de nutrientes esenciales. También es importante cocinar y preparar alimentos de manera segura y seguir prácticas higiénicas para evitar enfermedades transmitidas por alimentos.

En resumen, el placer de comer y cocinar puede ser una fuente de alegría y satisfacción, pero también es importante equilibrarlo con una dieta saludable y prácticas seguras de manipulación de alimentos. La cocina es un arte que nos permite expresarnos creativamente y conectarnos con la cultura y la historia, y nos permite disfrutar de los sabores y aromas del mundo.

abril 27

2.2. Recetas de «buen provecho»

LASAÑA DE CALABACÍN

Ingredientes:

• 3 calabacines medianos
• 1 kg de carne picada de mezcla( ternera y cerdo)
• 1 cebolla
• un chorrito de vino blanco
• un bote de salsa de tomate
• queso rallado al gusto
• pimienta
• aceite de oliva

Comensales: 2-4

Instrucciones de preparación :

  1. Lavamos muy bien los calabacines, los secamos y los cortamos en láminas de grosor medio (tened en cuenta que al cocinarlo, el calabacín se reduce considerablemente). (Yo no le echo nada de sal en las láminas pero se le puede echar al gusto), posteriormente, las colocamos en un escurreverduras para que suelte el agua que tiene. Lo dejaremos allí unos 10 ó 15 minutos, mientras, podemos ir preparando el relleno para la lasaña.
  2. Pelamos la cebolla y la cortamos muy fina. La ponemos a pochar en una sartén en la que habremos calentado aceite, lo ponemos a fuego suave, hasta que esté tierna y transparente. Añadimos la carne picada, salpimentamos al gusto, subimos un poco el fuego y dejamos cocinar, moviendo, hasta que cambie de color. Regamos ahora con un chorrito de vino blanco y ponemos a fuego fuerte hasta que se evapore el alcohol. Incorporamos unas cucharadas de salsa de tomate, movemos y dejamos un par de minutos más cocinando. Retiramos del fuego y reservamos.
  3. Una vez que las láminas de calabacín ya hayan sudado, las secamos bien con papel absorbente. Las vamos a saltear en una plancha o en una sartén antiadherente, con unas gotas de aceite, hasta que queden tiernas y ligeramente doradas.
  4. Solo nos queda ya montar la lasaña de calabacín:
    Cubrimos una fuente apta para horno con una capa de salsa de tomate. Colocamos sobre ella láminas de calabacín, procurando que no queden espacios entre ellas. Repartimos sobre el calabacín la mitad del preparado de carne que habíamos cocinado y añadimos queso rallado al gusto. Cubrimos con una nueva capa de láminas de calabacín, el resto de la carne y una capa de tomate frito. Terminamos con una última capa de láminas de calabacín y queso rallado. Metemos al horno, función gratinador, hasta que el queso esté fundido y dorado a nuestro gusto.