DEBERES: la virtud está en…

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Ufff, hay padres que piensan que sus hijos están esclavizados a los deberes, como los egipcios a la construcción de las pirámides. Horas y horas por la tarde haciendo deberes, muchos de ellos considerados absurdos.

¿Tendrán razón? ¿Son unos exagerados?..

En mi grupo de amigos (cuarentones, con hijos en edad escolar) este tema está que arde. Y en muchas ocasiones, partiendo de una experiencia personal, se generaliza.

Punto de partida: hay que huir de todos los extremismos (como de la peste). En nuestro instituto es un tema que se ha discutido en todos los departamentos a propuesta de un profesor. Y hay muchos matices. Así que voy a intentar volcar en un artículo mis percepciones sobre este espinoso tema. REPITO, expreso mi opinión personal .

Los deberes son una herramienta, y se puede utilizar bien, mal o regular (o no utilizar).

Aspectos positivos de los deberes.

Es útil para que un alumno detecte lo que sabe y no sabe hacer. Y aquí está uno de los principales errores que cometen los padres. NO hay que hacérselos..  Es contraproducente, porque entonces el profesor creerá que el alumno ya sabe hacerlo, y cuando llegue al examen, (otro tema interesante, la utilidad de los exámenes, pero se sale del artículo actual), la pifia.

Si algo no le sale, puede indicarle al profesor que no lo entiende pese a haberlo intentado. El 99% de los profes somos seres humanos, y si vemos que un alumno lo intenta y no le sale, muy gustosamente, intentaremos explicárselo otra vez.

Contradiciendo a lo anterior, una maestra nos explicó que aunque hay que dar autonomía, no viene mal revisarlos con ellos para que reflexionen sobre si pueden mejorarlos y evitar errores. De esa forma, cuando lo revisan con los profes, la sensación de acertar y de éxito refuerzan abordar con ganas futuros deberes.

Permite reforzar aquello que hemos trabajado en clase, es una pauta de aprendizaje que nos hace repasar lo más importante de una forma guiada.

Crea hábitos de trabajo. Aunque ya se que suena a cachondeo cuando ves a tu hijo a las tantas haciendo deberes… en mi opinión es fundamental que se acostumbren a trabajar todos los días un rato, (REPITO, un rato), fuera del horario escolar. El que no tiene hábitos de trabajo en estudios posteriores lo pasa fatal (ojo, hay otras formas de crear esos hábitos). En Secundaria hay relación positiva entre horas de deberes y rendimiento académico, hasta el LÍMITE de 4 horas semanales. Por encima ya no existe correlación. ( fuente: artículo de El País 14 mayo de 2015).

Después de lo anterior cualquiera podría pensar que a mis alumnos los hincho a deberes…. Pues no, casi nunca lo hago. Vamos a ver la otra cara de la moneda.

Aspectos negativos de los deberes.

Pueden ser redundantes, repetitivos  y generar aborrecimiento en lugar de interés. En Finlandia (esa tierra mítica donde todos nos miramos) por lo visto no hay deberes. Y no les va mal. También es cierto que tienen hábitos como ir toda la familia junta  a las bibliotecas que pueden explicar parte de su milagro educativo. Hablaré de ello en otra entrada.

Quitan tiempo para estudiar.

Si son los mismos para todos, para muchos de ellos serán inútiles. Hay alumnos con excelente escritura que tienen que dedicar más tiempo a copiar enunciados que a pensar en las respuestas. Y otros que no llegan.

Resta tiempo para realizar otras actividades. OJO, aquí los padres también tienen que darse cuenta que muchas extraescolares también son “deberes”. Y un rato de juego libre y tiempo para leer, estar con amigos… es fundamental.

Propuestas “inteligentes” sobre los deberes.

Que sean interesantes y útiles. Es la Piedra Fundamental (así, con mayúsculas) de la “necesidad” de los deberes.  En Ciencias Naturales han realizado el año pasado un proyecto que era muy chulo. Los alumnos le han tenido que meter horas en casa, pero era creativo, formativo, majo… así si se pueden hacer los deberes. Power points, trabajo en equipo… son deberes que da gusto hacerlos. No repetir y repetir… ¿cuántos sabemos hacer raíces cuadradas? ¿no sería mucho más interesante tener cálculo mental para realizar aproximaciones? (en nuestro IES y en el colegio vamos en esa línea). Creatividad versus repetición.

Mandar aquello que NO se puede hacer en clase y si con la familia. Por ejemplo LEER en voz alta. En clase se hace, pero en un grupo de 25 alumnos, si dejamos leer 10 minutos seguidos a cada alumno…

Que exista una cierta coordinación entre profesores, para evitar que todos los friamos con trabajo para casa. Esto es muy difícil, ya que la organización en los centros es por departamentos (Matemáticas, lengua…) y no por equipos docentes (profesores de 1º ESO, de 2º…). Pero aún pese a estas limitaciones se pueden dar pequeños pasos como poner las fechas de los exámenes en la sala de profesores para evitar que se acumulen y poner muchos deberes antes de exámenes de otras materias. Nosotros lo hacemos y es todo un acierto.

Dejar los últimos 10 minutos de clase para hacer los ejercicios que mandamos para casa. Los alumnos desarrollan la responsabilidad y la capacidad de anticipar. Si trabajan en clase, no se llevan deberes. Es un buen aprendizaje, “trabaja bien y trabajarás menos tiempo”.

Ligar deberes a competencias y conocimientos asimilados. Si hay una prueba sorpresa y detectamos que fallan, se vuelve a explicar y se mandan deberes a aquellos que tienen que reforzar dichos fallos.

En cuanto a escribir las preguntas, a mí no me gusta, aunque hay quién considera que facilita la comprensión del ejercicio y su resolución.

Conclusión: la virtud está en la justa medida.

Ala, más adelante escribiré mas paranoias, espero que este artículo os de ideas complementarias a los que ya podíais tener.

José Luis Sarto, profe inquieto.