Parece que no. James Chapman, estudiante de doctorado en física en Mánchester e ilustrador, nos muestra cómo escuchamos en cada lengua algunos sonidos cotidianos como un estornudo, un maullido o un ladrido y sus onomatopeyas en unos estupendos y divertidos carteles diseñados e ilustrados por el mismo. Son geniales, ¿a qué sí?