Marta Armañac y Ema Clavero, 2º BACHILLERATO.
Con motivo del 11 de febrero, Día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, nos ponemos en contacto con Carmen Bello Thomann, nuestra profesora de Química durante el curso pasado, directora del instituto y a la que, tras muchos años en diferentes equipos directivos, le pilló todo el proceso del COVID 19 justo el año de su jubilación. Se debió despedir en julio, tan en silencio y desapercibida, como se fueron nuestros compañeros de 2º de Bachillerato, sin fiestas ni abrazos ni música ni brindis.
M&E: Naciste en Daroca, un pueblo de Zaragoza con aproximadamente 2.000 habitantes. ¿Qué nos cuentas de tu infancia?
C: Efectivamente, nací en esta bonita ciudad, hace ya bastantes años y de mi infancia tengo muy buenos recuerdos.
En aquella época, cuando la enseñanza no estaba generalizada, los que vivíamos en pueblos y pretendíamos completar nuestra formación académica teníamos que salir del entorno familiar con solo catorce años. Y este fue mi caso.
De esos años tengo especial buen recuerdo de aquellos veranos, que parecían interminables, en los que con amigos que todavía conservo pasábamos las horas (como dice la canción) sin enterarnos, haciendo excursiones en bicicleta, recorriendo los alrededores…
Y también me vienen a la memoria los años en los que cursé lo que se denominaba bachillerato elemental, las chicas en el Colegio de Santa Ana y los chicos en el de los Padres Escolapios. No había evaluación continua, pues en junio profesorado del Instituto de Calatayud, al que no conocíamos, nos examinaba de los temarios completos de todas las asignaturas. ¡Menudos tres días! …eso era duro y quizás ya en ese momento se nos educó en algo que sabéis muchas veces os he intentado transmitir porque sigo considerando que es fundamental… la cultura del esfuerzo.