Viaje a Atapuerca

Uno de los viajes que organizamos anualmente en nuestro centro es el que realizamos a Burgos y Atapuerca, dirigido a los alumnos de 1º de Bachillerato y organizados de forma rotatoria por los Departamentos de Filosofía, de Ciencias Naturales y de Geografía e Historia. Algunos alumnos participantes en el viaje de este curso 2017/2018 nos cuentan su experiencia.

Foto de Grupo en la trinchera de Atapuerca

El Albergue (por Lara García)

En el viaje a Atapuerca nos alojamos en un albergue llamado Arlanzón, al lado de un río llamado Arlanzón, que pasa por el pueblo Arlanzón donde hay una taberna llamada Arlanzón y donde la mayoría de sus habitantes (Con una media de edad de 75 años, como nos señaló nuestro profesor Carlos intentando disuadirnos de la idea de ir por la noche a salir de fiesta) se apellidan también Arlanzón.

Dejando a un lado lo bien que nos aprendimos el nombre, hablemos del albergue en sí. Un sitio muy agradable, rodeado de diferentes animales, como por ejemplo un grupo de gansos que tuvo tanto éxito entre los alumnos que alguno se planteó secuestrarlo. Las habitaciones eran agradables también, aunque quizá fuera producto del alivio que sentimos todos al llegar a las camas después de un largo viaje en autobús y un aún más largo y agotador paseo en bicicleta. Los anteriores ocupantes de las habitaciones incluso nos habían dejado algunas frases, digamos, filosóficas escritas en las literas. Creo que todos estamos de acuerdo en que lo pasamos muy bien en esas habitaciones a pesar del olor, del que aceptamos la responsabilidad.

Claro que también hubo algún que otro problema, como por ejemplo la cocinera, empeñada en matarnos de hambre hasta el punto de que Rosi tuvo que ir por las mesas repartiendo más lentejas, y ella se conformó con hacer más comida para las intolerantes a la lactosa. Si nos dieron de comer uno de los gansos, eso nunca lo sabremos. Lo que si sabemos es que un par de duchas más y unos pestillos no hubieran estado mal, porque con las prisas de tener que encajar 50 alumnos en 5 duchas alguno vio cosas que no necesitaba ver.

Y con todo esto, creo que siempre recordaremos el albergue de Arlanzón (como para olvidarse del nombre…)

Posando delante del Albergue

La ciudad de Burgos y su catedral (por Irene Marco)

La imponente catedral de Burgos

Burgos es la segunda ciudad más grande de Castilla y León. Uno de sus principales atractivos es que está repleta de vegetación; y, por supuesto, su catedral, la catedral de Santa María.

Se sabe que por la zona de Burgos hubo asentamientos humanos en el neolítico, el calcolítico, la Edad del Bronce y la Primera Edad del Hierro; lo cual es uno de los motivos por los que se realiza este viaje de estudios, para aprender un poco más sobre estas culturas prehistóricas y el modo en el que vivían.

La catedral de Burgos comenzó a construirse en el año 1221, pero no fué hasta 500 años después que se terminaron de dar los últimos detalles, como la Capilla de Santa Tecla, la Capilla de las Reliquias y la Sacristía. Es de estilo gótico y en su construcción participaron innumerables arquitectos y escultores extraordinarios. Esta catedral es la tercera más grande de España, después de la catedral de Sevilla y la de Toledo, ello justifica que tardase tanto tiempo en construirse.

Detalle del claustro

Estuvimos entre una hora y media y dos horas visitando la catedral, y aunque nuestro guía no estaba demasiado experimentado en el tema (era Carlos) pudimos apreciar su belleza y majestuosidad, estaba repleta de pequeños detalles, como el interior de la bóvedas meticulosamente decorados o los acabados de las torres.

Dentro de los pasillos que circundan el claustro

El CAREX (por Raquel Gracia)

El miércoles 26 de abril, después de desayunar, nos dirigimos hacia el Centro de Arqueología Experimental de Atapuerca (CAREX) Llegamos allí sobre las 9:30h e iniciamos la visita con la ayuda de dos guías especializados, los cuales nos llevaron al área exterior.

Felipe expone cómo se trabaja el hueso en la prehistoria

Hicimos un recorrido cronológico para conocer la evolución de las innovaciones tecnológicas a lo largo de la Historia de la Humanidad. En primer lugar, nos enseñaron cómo se elaboraban las herramientas, incluso algún compañero nuestro intentó limar las piedras con las que hacían dichas herramientas, y pudimos comprobar que no resultaba nada fácil conseguir la forma adecuada. Después, nos mostraron los fósiles y los huesos que se habían podido conservar de épocas anteriores. Más tarde, pudimos observar las cabañas en las que habitaban así como la evolución del hábitat a lo largo de la Prehistoria. A su vez, nos explicaron cómo cazaban en esas épocas y tuvimos la oportunidad de utilizar el tiro con arco, una de las técnicas que se usaba habitualmente para conseguir comida y poder sobrevivir.

También, los guías nos dieron a conocer el arte de la prehistoria. Se trataba de grabados que representaban escenas y personajes del entorno natural, como podía ser las figuras de animales. Pusimos en práctica las técnicas artísticas del pasado, colocando las manos llenas de pintura en la pared, como símbolo de los trabajos que realizaban los prehistóricos.

Técnicas pictóricas ancestrales

Por último, nos fuimos del CAREX  conociendo cómo se producía el fuego, técnica que no resultaba nada fácil ya que con humedad, lluvias o viento podía complicarse. El homo Erectus fue el primer hombre en conseguir dominar el fuego, lo que ayudó a protegerse del frío, ver en la oscuridad, cocinar alimentos, ahuyentar a los animales… y así evolucionar.

Una vez terminada la visita del CAREX, tuvimos tiempo de descanso para tomar un café en la segunda planta del interior del centro y a las 11:45 volvimos al autobús que nos llevaría a visitar los Yacimientos de Atapuerca.

A pesar del frío que pasamos en el área exterior de la visita, en mi opinión, esta visita al CAREX fue muy interesante ya que me ha servido para conocer más a fondo la forma en la que vivían en la Prehistoria, así como las técnicas y herramientas que debían utilizar. Además, me resultó divertida ya que era una actividad en la que nosotros mismo teníamos la oportunidad de probar y manejar gran parte de lo expuesto.

Haciendo fuego sin cerillas ni mechero

Los Yacimientos de Atapuerca (por Paula Hijós)

Después de la interesante y divertida visita al CAREX , para completar, ampliar y ver lo que habíamos aprendido nos desplazamos en autobús hasta los Yacimientos de Atapuerca. Durante el viaje que no duró más de 15 minutos todos caímos rendidos ya que la noche había sido un poco movidita… Al llegar a los Yacimientos en la entrada encontramos una estructura muy grande de andamios y placas solares que ya empezó́ a impresionarnos sin saber qué íbamos a encontrar dentro.

Después de esperar un poco por fin entramos. Lo primero que tuvimos que hacer fue ponernos un casco de seguridad ya que estábamos en unos Yacimientos y era necesario por seguridad. Como no surgieron los primeros murmuros (¿en serio tenemos que llevar casco?, jo, es que me queda fatal…) pero enseguida se nos pasó cuando vimos que no era para tanto.

El tiempo mejoraba y empezaba a salir el sol. En esta visita nos acompañaba Felipe, el mismo guía que nos había acompañado antes en el CAREX.
Comenzamos la visita, nos adentramos por un pasillo ya que estos Yacimientos que se encuentran en la sierra de Atapuerca y que discurren por una antigua trinchera del Ferrocarril.

El primer yacimiento que nos encontramos fue el yacimiento de la Sima del Elefante. Este nombre se debe a que los fósiles encontrados en un principio se pensaba que eran de elefante, pero en 2001 se descubrió́ que eran de rinoceronte. Sin embargo, en campañas posteriores se demostró́ que en efecto si pertenecían a elefantes, lo que confirmó su nombre. Esta sima se divide en 21 unidades estratigráficas, rellenas de 3 fases de sedimentos. Las distintas fases las podemos distinguir según su color, cronología, textura, origen de los aportes… En la primera fase encontramos restos de roedores, tiene 9 metros de profundidad. En la fase dos todos los niveles que la componen son erosivos y también tiene una profundidad aproximada de 9 metros. Por último, la fase tres, es la más moderna.

Después de que nos explicaran todas estas cosas (y más) avanzamos al siguiente yacimiento, el Yacimiento de Galería. Este yacimiento se encuentra también en las trincheras del ferrocarril, se trata de una galería subterránea que se abre al exterior por una chimenea en forma de sima. El hundimiento del techo de la galería fue lo que formó la chimenea, que se convirtió́ en una trampa por la que se caían o eran arrojados animales.

En los depósitos de esta galería se han identificado cinco fases sedimentarias con presencia humana en la tercera. En esta galería se han encontrado restos de animales como ciervos, caballos, bisontes, rinocerontes… se han encontrado también herramientas líticas y marcas en los huesos de los animales de mordeduras y ataques de animales como osos, leones, zorros… Por último, también se ha encontrado un fragmento de cráneo perteneciente a Homo heidelbergensis.

Por último nos explicaron la Gran Dolina. Se encuentra al final de las trincheras del ferrocarril y tiene 18 metros de sedimentos. En estos 18 metros se han identificado 11 niveles estratigráficos. Este yacimiento es importante debido a que en él aparecieron los primeros restos de la especie Homo antecessor.  Aquí́ se encontró́ una nueva especie de oso (el oso de las cavernas), además de restos de animales carnívoros.
En el nivel seis de este yacimiento se encontraron los restos del Homo antecessor, se vió que sus huesos presentaban cortes producidos por herramientas de humanos por lo que podemos deducir que está especie practicaba el canibalismo.

Con esto terminó la visita a los Yacimientos de Atapuerca volvimos a la entrada y devolvimos los cascos después de hacernos una foto de grupo.
Regresamos al autobús para dirigirnos al albergue y comer, estábamos muertos de hambre después de esta mañana tan intensa. Creo que todos aprendimos mucho en esta mañana y vimos en la práctica conceptos que habíamos estudiado en Cultura Científica. Fue una visita muy interesante y divertida.

Delante de las excavaciones de la Gran Dolina

Paseo en bicicleta por la vía verde de la Sierra de la Demanda (por Javier Pardos)

El día 25 miércoles por la tarde, una empresa nos trajo unas bicicletas al albergue, para que pudiésemos realizar la ruta, había distintos tipos de bicicletas, unas mejores que otras, pero todas lo suficientemente válidas para realizar la vía verde. Cuando todos teníamos ya nuestra bicicleta, nos dirigimos por el pueblo hasta el comienzo de la vía, esta vía tiene un desnivel de un 1%, esto quiere decir que cada 100 metros se sube uno, por lo tanto, aunque no se note mucho, estas en constante subida, hicimos un recorrido de unos 30km en bici aprox, tardando cerca de 2h. Por el trayecto se podían ver bastantes vacas, las cuales tenían campos para estar ahí, por el camino, pasamos muchos pasos canadienses los que son utilizados para que las vacas no se dispersen por el monte, también se veían muchos pinos y robles melojos.

Paseo en bicicleta por la vía verde

En mi opinión, fue un paseo agradable, sin mucha exigencia física, aunque el día no nos acompañó mucho, ya que hacia frio, estaba nublado y chispeaba un poco, aunque tuvimos suerte que no llovió fuerte (siempre puede ser peor)

Descanso antes de dar la vuelta para regresar

El museo de la Evolución Humana (por Estela Martín)

El Museo de la Evolución Humana, también conocido por sus siglas MEH, está situado en la ciudad española de Burgos. En el solar sobre el que se edificó estuvo en siglos pasados el desaparecido convento de San Pablo de Burgos, de la orden de los dominicos. Desde su inauguración el 13 de julio de 2010, y hasta el día 8 de julio de 2011, el museo recibió un total de 279 000 visitantes, convirtiéndose así en el museo más visitado de Castilla y León, y acercándose al 10.º museo más visitado de España.

El museo constituye la pieza central del Complejo de la Evolución Humana. Fue integrado en la declaración de los yacimientos de Atapuerca como Patrimonio de la Humanidad en 2015, cuando se catalogaron por la UNESCO como «lugar de valor universal excepcional» y se incluyeron las infraestructuras de investigación y divulgación asociadas a los yacimientos. Es un lugar mágico que llama la atención no solo por su espectacular arquitectura, sino también por los tesoros que oculta en su interior. Entre ellos, los restos más importantes hallados en el yacimiento de la Sierra de Atapuerca, de tres especies diferentes de homínidos (Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo sapiens).

El Museo propone una ruta de 90 minutos en la que la diversión y el conocimiento de nuestros orígenes se dan la mano. En su visita hicimos un recorrido por las diferentes etapas de la evolución humana, a través de los hallazgos de Atapuerca. En las vitrinas vimos los fósiles originales hallados en el yacimiento. Entre ellos, los de los primeros seres humanos que vivieron en Europa occidental: el Homo antecesor, que data de hace 850.000 años, cuyos restos fueron hallados en la llamada “Trinchera del ferrocarril”, en la Sierra de Atapuerca.

Conocimos también a Miguelón, la reproducción de uno de los homínidos hallados en Atapuerca, de hace medio millón de años, y que fue llamado así en honor a Miguel Induráin. Junto a él, otras impactantes réplicas de los habitantes de Atapuerca, como por ejemplo una niña de unos diez años de edad, la cual había sido golpeada en el cráneo durante el embarazo y tuvo problemas para sobrevivir sin ayuda de los demás.

En cuanto a la distribución del museo, el proyecto de paisajismo interior recrea la escenografía de la sierra de Atapuerca. En la parte superior de las pastillas se recrean algunos aspectos de la sierra. La planta -1 se concibe como el corazón del museo. Un único espacio expositivo en el que se ubica el complejo arqueológico-paleontológico de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. Pudimos encontrar una reproducción de la Sima de los Huesos como un modelo tridimensional y didáctico. En el interior de la primera pastilla se ubica Homo antecessor y los yacimentos de Gran Dolina y Sima del Elefante.

Atendiendo las explicaciones de la guía en la visita del MEH

La planta 0 está dedicada a la teoría de la evolución de Charles Darwin y a la historia de la evolución humana. En esta planta se encuentran diez hiperrealistas reproducciones de antepasados del ser humano, entre ellas la de la famosa Lucy (Australopithecus afarensis). También en esta planta se encuentra la reproducción de la popa del HMS Beagle, barco en el que Darwin hizo su famoso viaje de casi 5 años alrededor del mundo, en el que principalmente visitó las islas Galápagos y el cual se puede visitar en forma de representación. En esta planta observamos las características exclusivas de los humanos entre las que se destaca el cerebro. Además, uno de los lugares del Museo más mágicos es la gran esfera dedicada a la evolución. A través de un espectacular audiovisual nos sentimos rodeados por el fuego, cercados por las antorchas o en mitad de un espectáculo de Aurora Boreal. La planta 1 expone, desde un punto de vista funcional, por qué somos tan iguales al cazador – recolector de hace 9000 años, y sin embargo, tan diferentes, y se repasan los diferentes hitos de la evolución de la cultura.  La planta 2 se recrean los tres ecosistemas fundamentales de la evolución humana: la selva, la sabana y la tundra-estepa de la última glaciación.

Para concluir diré que personalmente me ha parecido una gran visita. Considero que aprendimos bastantes cosas, por un lado, debido a las explicaciones de los guías y por otro, debido a la experiencia de poder experimentar y observarlo todo de cerca. Fue nuestra última parada antes de regresar a Jaca y nos sirvió para acabar de sintetizar todo lo aprendido en esos dos días anteriores e irnos con más conocimientos sobre la zona. Recomiendo la visita, merece la pena.

Un recuerdo en forma de foto de grupo